- Lo primero es poner el repollo en abundante agua con una pizca de sal. Parte el repollo por la mitad y pica en trozos pequeños, sin añadir las partes más duras del tronco (si no te gustan). Coloca en una olla grande o en una olla a presión hasta hervir. (Para la olla común unos 30 minutos y para la olla a presión unos 15 minutos).
- Ya tienes tu repollo bien cocido y escurrido (puedes cocinarlo menos si te gusta algo más duro).
- En una sartén añade un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Cuando esté caliente incorpora los dientes de ajo pelados y picados en láminas o en tiras. Añade sal. Una vez el ajo se empiece a dorar bien, añade el pimentón y remueve. Por último incorpora el repollo cocido y escurrido y remueve bien la mezcla. No te olvides de añadir más sal.
💡 Si lo deseas puedes añadir un chorrito de vinagre.